domingo, 23 de agosto de 2009

El artificio

Por Emanuel Donati
Al ser bufoneado por haber pedido alguna manifestación artística a gente conocida he decidido redactar el siguiente descargo. Ante mi humilde ofrecimiento de un espacio para publicar cualquier tipo de expresión de arte me contestaron sí me era de utilidad alguna foto de Bochini. Insisto nubladamente ante este peculiar personaje oriundo de una localidad en la que reina un mutilado animal, pero percibo muecas. Tras un breve período de hegeliana reflexión pongo sobre la mesa la sangre que es la tinta y el papel que es piel de esta creación.
Desdichando el dicho de este personaje pude hacer un trabajo de oírlo, pensarlo y re flexionarlo.
El fútbol es arte. Lo es por ser hijo de una cultura; lo es por ser el gol un momento de éxtasis emocional comparable a cualquier fotografía que refleja casi la perfección natural; lo es porque cada gambeta dibuja en el césped una pincelada de vértigo; lo es porque la técnica es imprescindible en el buen trabajo; lo es porque el fútbol se juega por uno y para otros…Lo es porque el roce de la pelota en la red es comparable a la caricia de la tinta sobre el papel.
El arte de hacer fútbol, es un oficio que nos obliga a tener en consideración al semejante para poder progresar individualmente. Es un ofició cuya principal herramienta es una pelota de cuero y caucho, pero que no cualquiera puede manejar. Ésta debe ser respetada, bien tratada y ante todo bien cobijada.
La crianza de un niño se ve reflejada en toda declaración artística de este como sujeto, tal es así que nuestro fútbol de hoy padece los malestares de toda sociedad capitalista y consumista. Hoy compramos un artificio, mezcla de arte, oficio y toda una serie de ficciones sin las cuales pareciera que el fútbol no sirve.
El botín de este, la casaca del otro, la velocidad de aquel pero la pegada del europeo, la supermodelo y el coche, los euros y los petrodólares.
¿Volverá la pelota a ser la protagonista de esta historia? ¿O preferimos vivir sabiendo que por lo que rompemos nuestras cuerdas vocales no es más que otra gran mentira sin la cual no podemos gozar?
Como arte, el fútbol sostiene la pasión del hombre, no lo ensuciemos con promesas hedonísticas, que es más complicado solucionar una miopía de grande que cuando uno es pequeño.

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