Por Emanuel Donati
Ese frío gris de la montaña.
Esa Diosa que te tuvo en sus entrañas.
Esa estupidez que es hazaña y los dientes de la venganza.
¿Para quién haces tus piruetas?
Escapas a la más puta de las vidas con tu vil historieta.
Y por la mañana; poco, casi nada en la balanza.
Esa parva de esqueletos no te conmueve.
Todos ellos en el mismo brete.
Y vos, con la historieta del mañana.
Esa santa mata pestes que te ayuda.
Pero el diablo pega fuerte y duele.
Y por la mañana; poco, casi nada en la balanza
La impotencia te gana en la lágrima de la esperanza.
Muy cobarde como para pararte.
Es más fácil reír y anestesiarte.
Bien, Donati, bien.
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