martes, 5 de febrero de 2013

El idolo



Estoy convencido de la escases de ídolos que el futbol argentino sufre en la actualidad. Pero voy un poco más atrás e intento pensar, qué es un ídolo? Si se respeta mi humilde opinión, un ídolo son esos sujetos que se destacan en su labor por operar con un plus respecto la media. Cabe aclarar, no estoy hablando de un plus de rendimiento, sino de sentimiento.

 “El ídolo” , ese prototipo que yo conocí en mi infancia se hizo a fuerza de gambetas, goles increíbles, caños, penales errados, lesiones dolorosas, palomitas, zurdazos, cabezazos agónicos, en fin, chifladuras que hacían a uno agarrarse la cabeza para ver que esté en su lugar. El ídolo que yo conocí tiene un plus en los colores de su corazón y sus actos irracionales parten de esa premisa: el amor por los colores. Hoy los ídolos los arman los periodistas deportivos con un par de partidos de verano.

A fuerza de hazañas, lo cual no necesariamente son triunfos, el ídolo va ofreciendo como marcapaso del corazón del hincha...

Explíquenme sino el trinche Carlovich que se esconde en las islas de Entre Rios para no ser vendido y dejar de jugar en el Central Córdoba de sus amores. Alguien me puede explicar de las lagrimas de cientos de jugadores al dejar el futbol en el club de sus amores y miles de personas coreando su nombre?

O bien,¿ alguien tiene la capacidad de razonar la locura de los hinchas de Rosario Central que celebran año tras año el aniversario de un gol hecho de palomita a su eterno rival? Cuan en sus cabales estaba el LOCO (justamente) Bielsa al agitar esa remera gritando “newell’s carajo”

Que intelecto puede dar cuenta de los sacrificios que hacen los auténticos hinchas que trabajan sólo para llegar con el peso justo a ver el equipo de sus amores, sufriendo viajes en estados miserables, golpes, corridas…Ni hablemos de los napolitanos si nombramos a Maradona…

El ídolo, con su insistencia por la pasión se convierte en símbolo. En representante de la locura multicolor que el futbol nos brinda.  Ser ídolo es parte de un crecimiento, es un proceso que implica ser tomado por un grupo de personas como  emblema y que a su vez el ídolo asume ese lugar.

Ahora bien, ¿Ser un excelente jugador de futbol  convierte a estas PERSONAS en ejemplos? ¿Nos desliga eso de los enredos mentales que cualquiera pueda tener? ¿Tan seguros estamos todos de nuestros deseos? ¿Todos podemos opinar que se siente ser ídolo? ¿Qué se siente ser el representante de una pasión? Y en todo esto…nos olvidamos que se siente ser persona.

Cuando se piensa en un ídolo de verdad, se piensa en los colores que él representa… por eso Román, volvé tranquilo, el verdadero hincha te acepta, aunque no te entienda.



Un abrazo a mi ídolo, Emanuel

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