Hace cientos días una noche poco especial me golpeó la vida.
El viento sopló del oeste y su cintura aprovechó para escabullirse.
El vino hizo ecos en la tormenta… las ramas quebraron en abrazos.
El camino sólo se fue gestando, con golpes y licores, caricias y dolores.
La historia es sólo nuestra porque la pintamos, de tardes con colores y noches de temores…Novelas de colchones y abrazos enternecedores. Momentos ensordecedores
Hace ciento cincuenta y tres días que te beso… pero hace más que lo deseo.
Hace ciento cincuenta y tres días que te extraño, pero más que te pienso.
Hace ciento cincuenta y tres días que anhelo, pero siempre que te amo.