jueves, 4 de febrero de 2010

Arrimad la ventana

Por Emanuel Donati

Hay días que la calma habita en el palacio. Son días de poco brillo, pero de una brisa reparadora.
Días que nos ponen a pensar en la fragilidad de las cosas y el sentir de las personas.
Días en que la nostalgia hace eco por cualquier rincón de nuestro cuerpo y nos enroscamos en una sabana a cruzar nuestros dedos.

Quizás es lo mejor que pude hacer hoy, además de oír su música, leer mis cuentos y peinar mi perro…
Quizás es la triste impotencia de un corazón tibio; o el tibio impulso de un corazón en llamas.
Quizás sea mejor hacer algo… un martini con coca no vendría mal.

Además aparecen mis viejos amigos con nuevos vestidos…y mis viejos fantasmas también a la moda.
Además los tatuajes son para siempre y las mujeres no tanto.
Además; hay más…

Hay perfectas y sedosas. Calladas y fogosas.
Hay solteras pero no al tanto, y vírgenes dedicadas al canto.
Hay muchas que elegir y pocas con quien fingir.
Hay días que la calma habita en el palacio. Son días de poco brillo, pero de una brisa reparadora.

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