sábado, 15 de mayo de 2010

Día del tedio



Por Emanuel Donati

La nuble gris cayo sobre los parpados mal habidos.

Cientos de colores perdieron la razón. Solitarios se entristecieron y jugaron el juego del hastío.

La desazón le ganó al sol y ese día… pasó desapercibido para todo ser del mundo.

Los ojos de todos los niños se nublaron y se adormecieron, sólo por el tedio de no haber ese día, ningún juego.

Los brazos de las flores nunca amanecieron y no oyeron silbar a los carpinteros.

Se entumecieron los cerebros de los grandes pensadores, crédulos de ser superiores…

Silencio gobernó esas horas, con pocas letras y gran zozobra.

La nube gris huyó tras ver la sonrisa de una hermosa mujer… Y los trigos un poco tristes…volvieron a nacer.

martes, 11 de mayo de 2010

Dos Domingos

Por Emanuel Donati
Es en vano discutir los beneficios del alcohol… El obtuso nunca entraría en razón. Yo se que si no fuese por su néctar mis espadas se oxidarían en las vitrinas de la cobardía.
No pretendo hacer apología de su uso, pero mi caso cuenta la historia de unas cuantas botellas que me dieron la avienta necesaria para que la nave tome dirección. Si me preguntan…no conocía el camino, era pues una verdadera aventura. El mapa se incendió tras el primer beso, la estantería perdió equilibrio y el suceso dejo sus marcas… Mucho más reales que la piel.
Devoto de mi neurosis me vi en problemas que pude resolver dejándome llevar…a otros problemas.
Los domingos pues tomaron otra forma… algo más que religiosa.
Dos domingos formaron parte de una nueva historia.
Y cuando en aquel comienzo alguien dijo que descansaríamos los domingos, nos tendió la trampa del hedonismo. Abrió la caja de Pandora y nos ofreció sus extractos de placer. En ese momento nos hicimos más dependientes de ella, tanto hasta quedar agotados. Tanto hasta pedir… Más de Dos Domingos.